12 agosto 2006

¿Llega un punto en que el verano deja de significar canciones de punk a to' volumen, playa-piscina y manguera y resolver el calor con la brisa del mar? ¿Llega un punto en que deja de entrar el olor ese de verano que empieza a asomarse en mayo, pero en mayo es mental y realmente no es olor, son ansias y cansancio a la vez?

¿Ha llegado?

¿O es que este verano no me tocaba eso? ¿O es que este verano me tocaba quedarme en casa, sentirme inutil, no resolver el calor y quedarme stiki, y tener conversaciones hasta las tantas por el em-es-en?

La verdad es que tras sentirme inutil, no conseguir trabajo, y no hacer muchas cosas que tiempo tuve para hacer, tampoco es que el verano no ha sido productivo. Lo ha sido, pero internamente. Hay momentos que hay que callar, que parar, que sentarse, que dejar de buscar. Yo no me sentaba hace tiempo.

Pero entre los sueños esos que tenía cuando dormía de cinco de la mañana hasta las dos de la tarde, se apareció la idea de un verano de road trips, de finalmente ir al Yunque con el gufo, de explorar el oeste, de quedarme dormida hasta las dos pero con alguien al lado, de tener esas cosas, esos momentos, esos viajes que sólo son inolvidables si se viven con los amigos correctos. Por ahora sólo es fantasía, pero quedan tantos veranos por vivir...

3 Comments:

Blogger Motro said...

Extranaba tu optimismo.

11:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dale, ven a Cabo Rojo pa que te tomes un cafesito en la plaza y escuches música del tiempo de los abuelos...aveces hay mood para eso, no?

12:53 a. m.  
Blogger lyri said...

Siempre hay mood para café y música del tiempo de los abuelos.

2:14 a. m.  

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