29 junio 2006

¡Cabrona!

- ¡Yo chiché en esa cama, bicha!

- ¡Y ni te viniste!
En el intercambio, ella recordaba el color de la sangre en las sábanas, el olor a Malboro Lights, el condón en el piso, la luz apagada y el mundo gris.
- ¡Foquin esquincle!

- ¡Gorda!
Recordaba sentirse laposa, sola, vagamente satisfecha, hambrienta, grande y chiquita a la vez. Se sentió como si todo pasase en el momento debido y a la vez prematuro. Todo era tan simultáneo, tan contradictorio, tan confrontativo e irrelevante, tan doloroso y tan placentero. Ella quería besos y no le tocaba ninguno, se los tenía que robar como él le robó la tarde. Pero sólo podíá pensar en el placer, en el sexo, y no en el final que acababa de ocurrir sin que a alguno de los dos pareciera importarle.

- ¡Tu no le das nada!

- ¡Al menos se lo mamo!

Entonces se acordó de que odiaba los juicios, de que no le gustaría que hablaran pestes de ella sin conocerla, de que todas funcionamos de manera diferente, de que se enamoraron del mismo hombre, de que tenían cosas en común. De que a las dos les dolíá no tenerlo. Se acordó de las muchas veces que le dijeron bicha, que la rechazaron, por su supuesta cara de seria. Se acordó de lo mucho que le gustaba conocer gente nueva y aprender de ellos, porque aunque muchos en este mundo se merecen que los traten como mierda, muchos más se merecen entendimiento y hasta misericordia.

- ¡Cabrona!

1 Comments:

Blogger Mrs. Doe said...

Oh chet! ... Lyri está en la casota viene coro!.

4:26 p. m.  

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