Hoy no quiero.

No puedo dormir, sólo puedo llorar. Se me adentra el pms y sus dolores de cabeza, su enfado, su rabia.

NO PUEDO MÁS.

No puedo más con la gente, que invariablemente terminan siendo una mierda. Ahora sí, ahora sí que me arrepiento de ti, si te hace feliz. Porque sí, eres un cabrón, ahora sí lo digo con ganas porque ya me cansé. Me acercaste más a otro, del cual no me arrepiento aún, uno que me duele no tenerlo adentro en el espacio que tan rápido ocupaste y del cual tanto te arrepientes haber habitado.

No puedo más con no verlo, con no saber si alguna vez lo volveré a ver, con que no existan ni planes sin fecha, con que ya no importe. Lo único que he querido en este mundo es importar.

Y sigo tosiendo y sigue el dolor de garganta y los mocos y sigue la falta del hambre a horas apropiadas y el hambre repentina a las tres de la mañana.

Quiero pizza sushi tacos cheesecake sexo.

Pero no tengo dinero para pizza sushi tacos cheesecake, y seguimos y seguimos y seguimos y seguimos estancados. No tengo dinero ni para rellenar el alma con Mima. Se jodió la cosa. No quiero gastar $20 entre Mima y Superaquello. No quiero. Y sin tan siquiera una Medalla. No, no quiero.

No tengo ni ganas de buscar trabajo.

Y no hay nadie que me importe online, ni tan siquiera para pelear hasta que me calme.

NO PUEDO MÁS pero mañana no importará y me seguiré tragando el dolor, con ocho onzas fluídas de conversación.